lunes, 14 de enero de 2008

La voz de mando tiene truco

La voz de mando tiene truco
Empresarios sevillanos aprenden técnicas de comunicación a través del doblaje de películas
PILAR CHOZA - Sevilla - 12/11/2006

De pirata del Caribe a directivo de una gran empresa no hay grandes distancias, al menos, si se utilizan las herramientas adecuadas y si el ejecutivo se presta para dar la voz de alarma en el asalto de un barco o para dar cuenta del botín. Y de pirata, a cualquier personaje.

Es la técnica que utiliza Bernabé Rico, actor y responsable de TalyCual Producciones, para enseñar a empresarios y gerentes de asociaciones a dominar su voz para comunicar correctamente sus ideas, tanto ante un público amplio como ante un empleado o una junta directiva. Para ello, Rico dedicó cinco horas de una mañana en un estudio de grabación sevillano para formar a estos ejecutivos en el doblaje de películas. "Vienen con una deficiencia común: no son conscientes de que tienen un instrumento tan poderoso como la voz", explica el profesor de este taller, titulado La voz como instrumento de comunicación.

Fue difícil excluir las chaquetas, las corbatas, e incluso, algunos de los pocos tacones que se presentaron en el estudio, de la indumentaria básica de los ejecutivos, y más complicado aún olvidar la presencia tirana del móvil, aunque al cabo de las dos primeras horas, gran parte de la clase andaba ya concentrada en papeles distintos al suyo. "¡Al ataque! ¡Viren a estribor! ¡A por ellos!".... Los altos directivos abandonaron por una mañana su posición y se unieron para leer y gritar, al principio con escrúpulos, finalmente sin apenas vergüenza. "Al ver a tus compañeros con un bolígrafo entre los dientes para aprender a vocalizar, el corte desaparece", comenta entre risas Ignacio Gómez-Pando, del grupo hostelero San Eloy.

De los 13 alumnos de este curso pionero, financiado y organizado por la Red Andaluza de Servicios Avanzados a las Empresas (CSEA), dependiente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, a través del grupo de formación digital GDT, sólo tres son mujeres. "Hemos ofrecido este taller a empresarios de distintos sectores. La idea es darles herramientas para que se sientan cómodos al hablar, no sólo en conferencias, sino también en entornos internos, por ejemplo, para hacer propuestas a los socios", explica Matilde Espina, coordinadora de la CSEA y una de las participantes de la jornada formativa, a la que asistieron también abogados y responsables de empresas de hostelería, alimentación, productos farmacéuticos y servicios, entre otros.

El reto de hablar en público

La mayoría tiene entre 30 y 45 años, aunque un participante supera los 55. "Soy director de un gran despacho, así que debo formarme permanentemente", afirma Alfredo Álvarez, socio del bufete Montero Aramburu y uno de los alumnos más participativos del curso.

"Tengo que hablar a menudo en público y querría perder el miedo escénico", reconoce Jaime Tornay, de la Asociación de Empresarios de Sevilla. "Para mí, lo más difícil es variar el tono para captar la atención", comenta a su lado Álvaro Guillen, de Aceites del Sur. "Mi problema no es la timidez. Pero fuerzo demasiado la garganta y me quedo sin voz", apunta Antonio Palomino, responsable de La Alicantina y Horno del Duque. "Hay que emitir el mensaje correctamente, porque, a veces, por una mala entonación, no llega la idea que querías transmitir", comenta Álvaro Espina, responsable de un laboratorio farmacéutico.
Cada uno entra al taller con sus propias inquietudes. Al cabo de unas horas, la grabación del doblaje de un documental demuestra a todos que muchas de estas reservas se han disipado. Los auténticos piratas del caribe es la película elegida por Bernabé Rico para que los alumnos aprendan a doblar. Todos pasan por el atril y leen textos mientras, en la pantalla, sucios bucaneros asaltan desde sus viejos barcos ricos galeones españoles.

El ruido de las espadas y los cañones asoma bajo las lecturas de los nuevos dobladores. Rico les enseña claves de puntuación y técnicas para marcar el ritmo y mejorar la concentración. "¿La velocidad de esta narración es la que recomiendas para hablar en público?", pregunta Espina. "Sí, incluso la cadencia a la que debe ir: lenta y clara, pero con ritmo", responde el profesor, que continuamente alienta al grupo a participar entre bromas y demostraciones.

Rico no pone las cosas fáciles. Aplaude cuando los directivos leen sus textos en voz alta para interrumpir su concentración y les indica los motivos por los que las lecturas no resultan creíbles. "Tómate tu tiempo. Pronuncia cada sílaba y date importancia", le dice a uno. "No reconoces tu voz porque estás interpretando un personaje", le comenta a otro. "El resultado es siempre más efectivo cuando tenemos en cuenta a los que están con nosotros", aconseja tras una exhibición en la que hace participar a toda la clase.

El resultado, "una mañana divertida y relajante. Un éxito". Óscar González Barba, del club Antares, asegura que repetirá. Sus compañeros también salen satisfechos del taller, algo que reflejan en un cuestionario. "Ya he acordado con los organizadores que pronto habrá otro curso", concluye Rico.

1 comentario:

Arantxa dijo...

Q genial este curso, tendrías que hacer más! Si es que lo que valeeeeeessssss!!! Muak